ACTIVIDADES EN EL AULA

Para abordar correctamente el autismo en el aula y lograr una buena inclusión del alumno con TEA en las dinámicas de clase, es necesario que el docente respete, valore y comprenda las necesidades de dicho alumnado; que se implique en el trabajo del equipo experto y se muestre flexible en su labor pedagógica, con el único fin de cubrir todas las necesidades del alumno. 

Entre las actividades y estrategias que se pueden realizar a favor de la buena adaptación del alumno autista, caben destacar:

1.La estructuración del entorno para que sea predecible por parte del alumno y se sienta seguro emocionalmente. La creación de rutinas, así como el diseño de una agenda con pictogramas, fotos o dibujos ayudarán al niño autista a anticiparse y comprender la secuencia de las acciones que requiere una tarea; también, a la identificación de las emociones propias y de los iguales.

2.El uso de indicaciones visuales para facilitar las enseñanzas (programa TEACCH) y la incorporación de programas de comunicación y competencia social como el Programa de Comunicación Total, donde se asocian signos a vocalizaciones.

3.Siguiendo la metodología anterior, son de vital importancia los apoyos visuales (historietas, cómics y vídeos) para mejorar la comprensión por parte del alumno de las situaciones sociales e impulsar la imitación de conductas adecuadas.

4.En las fichas de trabajo del alumno también se debe incluir la secuencia de tareas, paso a paso, con claridad y dibujos de que ayuden y faciliten la realización de este tipo de actividades.

5. Por último, se aconseja crear un “círculo de amigos” del entorno al alumno con TEA: un grupo de compañeros que interactúen y le guíen en los entornos más abiertos (el patio, el comedor escolar o durante los cambios de clase).

6. Otro método interesante para aplicar es el ARASAAC (Sistema Aumentativo y Alternativo de Comunicación). Este proyecto de inclusión fomenta el uso de pictogramas para facilitar la evolución del lenguaje y la comunicación mediante el uso de material didáctico con el que, por ejemplo, se enseñan las vocales, las letras del alfabeto, entre otros. 

7. Es también recomendable emplear un lenguaje claro y sin expresiones que puedan crear confusión. Así, una vez se tiene la atención del alumno, se debe escapar de ambigüedades en la comunicación y emplear frases directas como “camina”, en lugar de “no corras”.

8. Otra estrategia a aplicar es la de aprovechar las áreas de interés de los alumnos para  incluirlo en la enseñanza. Además de ayudar en su desarrollo de habilidades comunicativas, se favorecerá el desenvolvimiento de habilidades sociales.

9. Establecer estrategias de apoyo cuando los alumnos se sientan estresados o incapaces de seguir y crear espacios “seguros”donde se puedan relajarse y calmarse en compañía de alguna persona con la que hayan creado una buena y estrecha relación. 

10. Emplear comandos de preparación y ejecución para realizar cambios en el aula ya que los alumnos con autismo suelen tener problemas con las transiciones. Un ejemplo de esta técnica sería usar un comando preparatorio como: “Cuando yo diga la palabra caminar, nos moveremos…” y tras esto se pronuncia el comando ejecutorio, “caminar”.

11. Para ayudar al desarrollo simbólico del alumno con autismo se llevan a cabo actividades con objetos de referencia. Estos se emplean para representar un elemento, una acción, una persona, un lugar, etc., ya que la compresión e identificación de imágenes resulta complicado para ellos. Así, se hace uso en clase de objetos reales y concretos que permiten a los estudiantes identificar y asociar el objeto con la referencia que representa.

Por ejemplo, se muestra al niño una serie de objetos como unas zapatillas de deporte o un utensilio de cocina, de esta forma se le enseña al alumno que las primeras están relacionadas con actividades físicas, como la clase de educación física, y la segunda, a tareas que se realizan en esta parte de la casa y que sirve para preparar la comida.

12. Con el fin de desarrollar la destreza motora fina del alumno y que pueda aprender a escribir en un futuro, se ponen en práctica ejercicios de pinza. Estas actividades consisten en coger objetos blandos, tocarlos, presionarlos, pellizcarlos y así  fomentar que el niño abra y cierre la mano, la utilice y mueva para estimular los músculos de esta zona.

Por ejemplo, con unas pinzas de plástico se puede jugar con los alumnos a que introduzcan unos objetos determinados en botes de colores, o pedirles que realicen la misma acción pero con sus propias manos.

13. La preparación ante cambios de rutina o planes es muy útil trabajarla a través de actividades porque así evita que el alumno entre en episodios de estrés y aprenda cómo gestionar cualquier alteración en su día a día.

Para ello, el docente deberá preparar al estudiante ante el cambio. Pero, ¿cómo? Primero tendrá que hablarle de ello, por ejemplo, de la modificación en el horario de una determinada clase, ayudarse de pictogramas o imágenes que reflejen el cambio de una manera altamente visual. En este caso, sería ventajoso mostrarle cómo la imagen que representa la clase de educación física cambia de lugar en el calendario y se sitúa en el horario nuevo correspondiente. Además, hablar con los padres también será útil para que el niño logre concienciarse poco a poco y asimile esta variación de mejor forma.

En Cádiz se implementó un servicio educativo por parte de la Asociación Autismo Cádiz para responder a la demanda de los alumnos con autismo y así ayudarles a conseguir una certificación académica. El programa recibe el nombre de Servicio de Acompañamiento Educativo Personalizado TEA y consiste en proporcionar apoyo individual con el fin de guiar y acompañar a los alumnos en el itinerario educativo, el cual ha sido previamente adaptado con varias de las estrategias y actividades explicadas en los puntos anteriores.

Este servicio es un ejemplo de éxito, que consiguió en el año 2019 dos reconocimientos a nivel nacional, logrando que el 65 % de los jóvenes con autismo destinatarios de esta ayuda lograsen aprobar sus estudios de la ESO y ciclos de FP de grado medio.

Sin duda, el autismo dentro del aula ordinaria supone un reto para el profesor; pero no hay que olvidar que la presencia del niño autista también contribuye al enriquecimiento social, personal y emocional del resto de los integrantes de la comunidad educativa. Saber cómo tratar este trastorno e incorporar actividades que permitan la inclusión educativa y social del alumno autista requieren de formación y competencias específicas  para responder de forma eficaz a las demandas que plantean los alumnos con una necesidad educativa especial.

uniR la Universidad en Internet.(22/10/2019).El autismo en el aula: la necesidad de un equipo docente formado en Educación Especial.Recuperado por: https://www.unir.net/educacion/revista/autismo-en-el-aula/




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